ES RESISTENTE Y AHORRADOR.

 INVESTIGACIÓN. Especialista chilena desarrolló una técnica basada en el cruce de semillas para crear un tipo de arroz que se adapta a los climas extremos y que requiere menos agua que lo que normalmente se consume en su producción.

DATO. El arroz es responsable del 10% de la emisión mundial de metano, debido a que es muy consumido en varios países, según la FAO.

En los campos del sur de Chile, cada vez más afectados por la sequía, una nueva semilla de arroz promete transformar su cultivo: con menos agua resiste a climas más extremos sin disminuir su productividad durante milenios, la humanidad ha inundado los arrozales para eliminar las malezas y evitar plagas, pero la escasez hídrica ha impulsado una carrera por nuevas técnicas de producción del alimento más consumido del mundo en la localidad de Ñiquén, en la región del Ñuble, a 400 kilómetros al sur de Santiago, el ingeniero avícola Javier Muñoz, de 25 años, conocía solo inundación de los campos para producir el cereal pero gracias a una investigación científica realizada en sus tierras, logró reducir la mitad el consumo de agua y mantener una producción similar “el cultivo de arroz siempre fue inundado, lograr hacer un cambio tan profundo es histórico”, dice Muñoz. La técnica fue desarrollada por la científica chilena Karla Cordero, del Instituto de  Investigaciones Agropecuarias (INIA), quien motivada por la sequía que sufre Chile desde hace 15 años -asociada al cambio climático por las autoridades- desarrolló un arroz más fuerte esta nueva variedad, llamada Jaspe, no es un transgénico, sino el resultado del cruce de una semilla chilena y otra de origen ruso, que resiste mejor a climas extremos.

MÉTODO INNOVADOR. Cordero sembró la nueva semilla bajo el Sistema de Intensificación del Cultivo de Arroz (SRI), desarrollado en 1983, en Madagascar, por un sacerdote francés este método consiste principalmente en alternar la inundación con el riesgo intermitente “nos dimos cuenta de que era posible producir arroz sin inundar y a pesar de usar menos semillas, tener la misma producción que un sistema tradicional”, explica Cordero los resultados fueron presentados en el Congreso Mundial de Arroz 2023 y tras casi 20 años de experimentos de laboratorios y campos, Jaspe saldrá al mercado en unos meses gracias a un acuerdo entre el INIA y una empresa privada. Además, en coordinación con el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura, esta técnica se probará en países como Brasil -el mayor productor americano de arroz-, Uruguay y Ecuador.

El Jaspe puede resistir mejor "las tormentas, las inundaciones y olas de calor", debido a que es una planta "mucho más poderosa", lo que le permite producir el arroz con y sin inundación, explica Cordero. De cada semilla brotan cerca de 30 plantas hijas, casi 10 veces más que en un campo de arroz convencional.

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